La aristócrata Rose Hanbury, y amiga del príncipe William, ocupa varias páginas del nuevo libro "Endgame", de Omid Scobie, lanzado el pasado 28 de noviembre. En la obra se analizan exhaustivamente los pasajes más polémicos de la Corona británica. El nombre de la exmodelo aparece varias veces.
Sin embargo, esta no es la primera vez que se habla de Hanbury, nieta de, Lady Elizabeth Longman quien fue amiga de la fallecida reina Isabel II.
Fue en 2019 cuando Rose revolucionó la prensa británica. Casada desde 2009 con David Rocksavage, quien ostenta el título de séptimo Marqués de Cholmondeley, se vio envuelta en un triángulo amoroso con el príncipe William, ya por aquel entonces también marido de Kate Middleton. Las dos parejas formaban una gran amistad, la princesa de Gales y la exmodelo siempre mostraban ante las cámaras su buena relación. Sin embargo, ese mismo año, los medios afirmaban que el primogénito del rey Carlos III y Rose habían tenido un amorío.
Se filtraron unas imágenes de lo más comprometedoras de ambos en un club nocturno, en las que se intuían besos y caricias. Todo ello se desarrollaba mientras Kate estaba embarazada de su hijo menor, el príncipe Louis. También se destapó que la simpatía entre las dos mujeres se había transformado en una rivalidad. La razón es evidente.
En febrero de 2023, volvieron a copar titulares en los medios de comunicación. Según la prensa británica, William y Rose pasaron San Valentín juntos, dando a entender que el matrimonio con Middleton no pasaba por su mejor momento y que ambos se enfrentaban a una grave crisis, siendo así Hanbury la protagonista.
Ahora, el autor y periodista experto en Casas Reales sacó a la luz los pasajes ocultos de Rose con la Corona británica. No es hasta la página 175 cuando su nombre se lee y destaca del resto.
La historia tras la pelea
Explica que en marzo de 2019, fue el diario "The Sun" quien, cuidadosamente, redactó la noticia de que Kate se había "peleado" con su "glamurosa mejor amiga", Rose, y que le habría pedido al príncipe que la "eliminara gradualmente" de su vida. "Es bien sabido que Kate y Rose ha tenido una pelea terrible. Solían ser cercanas, pero ese ya no es el caso", redactaba el medio. Sin embargo, según Omid, no incluyeron en la edición final, por motivos legales, otra serie de detalles. "Eso era de lo único que se podía hablar en la redacción", señaló un antiguo empleado del periódico al autor.
El escritor hace una breve introducción de la vida de Rose, de su matrimonio con Rocksavage, fruto del cual nacieron sus tres hijos, y su lugar de residencia. Subraya que fue en 2017 cuando ella empezó a causar interés en la prensa al ser fotografiada con el príncipe Harry (39) en el Buckingham Palace durante la visita de estado de la reina Letizia. Y es entonces cuando Omid comienza a analizar su controvertido papel en la Casa Real británica.
Christian Jones, jefe de prensa del Palacio de Kensington, fue el encargado de gestionar las noticias que surgían sobre Rose, Kate y William. Cuando los rumores comenzaron a saltar, él contactó con Omid, preocupado. "Dios mío, tuve que haberles preguntado si esos rumores eran ciertos", le confesó. Jones había planteado la cuestión en persona al Príncipe y a su secretario privado, Simon Case, en una reunión a puerta cerrada. Omid apunta que William se "puso furioso" con la pregunta y defendió "con vehemencia" que todo era mentira.
Los medios se hicieron eco de su romance. "Esto es realmente malo, ¿no?", le preguntó Jones al autor del libro, tal y como él mismo narra. Enviaron numerosas cartas a distintos periódicos, afirmando que, esa noticia, "además de ser falsa y altamente dañina, constituye una violación de su privacidad de conformidad con el artículo 8 de la Convención Europea - Convención sobre los Derechos Humanos".
Omid profesa que la "insistencia" de Christian Jones por disminuir el flujo de artículos sobre Rose era una realidad. "Christian estaba desesperado por encubrirlo, y así se propuso hacerlo", le reveló un antiguo miembro de la corte.
Casualmente, por esa fecha, los medios británicos ya habían comenzado con su persecución masiva a Meghan Markle (42), casada con Harry en 2016 y a quien la prensa del país no terminaba de tragar. Según Omid, aprovecharon esa presión mediática para encubrir el escándalo entre Rose y William.
Con información del diario El Español.